viernes, 7 de agosto de 2020

LIBROS

 Su casa estaba llena de libros. Algunos heredados, otros que ella misma había comprado; la mayoría de ellos usados. 

En su casa había una sola puerta. Para ella los libros eran puertas. Y así viajaba a lugares exóticos y barrios humildes. Viajaba al pasado y jugaba al futuro. 

Siempre fieles y abiertos, ella los amaba y amaba a sus autores. Se sentía llena de voces, multitudes que bramaban y de paisajes ilusorios. 

Alguien le había regalado un libro siendo niña. Y con ese libro le regaló miles de puertas que ella atraviesa emocionada. Fue como una invitación a una vida que ella abrazó feliz. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL DÍA QUE LE PEGARON A ASTIZ texto: HÉCTOR RODRIGO

*_El día que le pegaron a Alfredo Astiz: un golpe directo a la cara, una patada y el grito de “asesino”_* Para que recuperemos la paz interi...