Contar cuentos es un acto de comunicación, un intercambio entre quien narra y quien escucha. No es un acto pasivo, ya que ambos, narrador y público, permanecen atentos y abiertos a lo que sucede en y a través de los cuentos.
El cuentacuentos o narrador oral NO NARRA DE MEMORIA, NO LEE.
Su trabajo, mi trabajo, se realiza después de haber entrado en contacto con el texto, haberlo integrado y resignificado. Se elige el cuento o la fábula, se desarma y se vuelve a armar.
Después vienen los ensayos, las correcciones, el "vamos de nuevo". Esta es la etapa en la que el relato se consolida dentro del narrador y comienza a fluir, más tarde o mpás temprano.
A través de la narración oral se trasmite conocimientos, tradiciones e información.
Se entretiene a la vez que se estimula la imaginación, aliada indispensable para que lo contado y lo escuchado tenga sentido. Un sentido que es individual, es de cada uno.
Porque no todos interpretamos las cosas de la misma manera.
La narración oral nos conecta con nuestra historia y con la de los otros, con nuestras emociones y nuestra memoria.
Es un sano ejercicio desde el punto de vista social e individual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario